domingo, 29 de marzo de 2009

Mi juego diario...

Sueño con soñar,
que te sueño soñando,
mientras vivo,
vivo esta vida tan real,
tan real que parece fantasía,
parece un sueño que sueño,
mientras te sueño viviendo...

sábado, 14 de marzo de 2009

Táctica y Estrategia

Platicando con un amigo,
me recomendó este hermoso poema,
el cual dedico hoy a ti,
a ti personita especial,
a ti que me has robado mi ser y me ha vuelto loco,
por ti por quien hoy no se ya que hacer, quien me tiene vuelto un tonto.

Táctica y Estrategia
Mario Benedetti

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir palabras
un puente indestructible

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con que pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

lunes, 2 de marzo de 2009

Historia entre pasillos ...

No puede llamarse coincidencia, o tal vez es que no creo en ellas, el hecho de pensar tan insistentemente en ti, de pensarte con tal emotividad, y después simplemente encontrarte, ahí, parada en el lugar menos pensado y en el momento más inesperado.

Comenzaste a caminar hacia mi, yo no podía dejar de mirarte, o tal vez es que no quería hacerlo, te saludé estando todavía a unos pasos de mi, buscando confirmar el que habías notado que me encontraba ahí, y en vez de saludar de regreso, sonreíste y te acercaste a mi y una vez estando a tu lado, reaccioné, nos saludamos, cruzamos algunas palabras y cual a un niño que platica por primera vez con la niña que le gusta, me quedé ahí parado, teniéndote frente a mi, anonadado por tu ser, tu belleza, por esa sonrisa que tu cara implica siempre, que te acompaña y que al parecer sin querer expresarla, siempre es parte de ti, platicamos algunos minutos, cosas meramente triviales, mientras intentaba pensar en algo para platicar y poder retenerte un poco más tiempo a mi lado sin embargo, me fue imposible, se acabaron nuestros dos minutos, o tal vez sólo mis dos minutos de inmensa felicidad.

Nos despedimos y cada quien siguió su rumbo, empero, mientras seguía yo a donde tenía que ir y tu también pero en sentido opuesto al mío, no pude controlar mis ganas de voltear a ver como te alejabas de la misma manera que en que habías llegado a mi, lo hice y a pesar de cambiar de rumbo, dos o tres veces más, pasé por un pasillo cercano a ti y repetí la acción silenciosamente.

Fue la primera vez que coincidimos en un lugar y no se si la última, lo que si se, es que no lo olvidaré, pues fue gracias a ti que un día normal, un día más en mi vida, pasó de ser eso, un día común y corriente de serenidad, a uno de júbilo y alegría, como hace mucho tiempo ya, no tenía.