sábado, 11 de abril de 2009

Resumen

A veces me pregunto qué es lo que genera ese cosquilleo constante que siento dentro de mi cuerpo, qué es lo que hace que por momentos me sienta feliz, tranquilo, alegre, contento, etc.

Raramente, esa pregunta viene siempre acompañada de una imagen en mi mente, una imagen que me roba una sonrisa, que me hace chocar contra muros mientras camino, que roba mi atención al cien por ciento y que hace que el tiempo se vaya volando, de tal manera que cuando me percato, han pasado ya horas, el dolor de ese golpe en el hombro contra el muro, ha desaparecido, y sólo queda un bello recuerdo de esas horas a tu lado platicando incansablemente sobre historias de nuestras vidas, sobre nuestro pasado, nuestros gustos e inclusive de nuestros anhelos.

El cosquilleo es ahora sin embargo, más insistente, ya no es localizado, sino que lo siento en cualquier parte del cuerpo, siento un vacío en el pecho que se llena con un simple suspiro que me recuerda tu aroma. De pronto, volteo y noto que sigues a mi lado, caminamos de regreso al inicio, esta vez no choco contra muros, no hay tropiezos ni nada que pueda distraerme de nuestra plática, estamos sólo tu y yo, no veo nada más, gente pasa alrededor nuestro o nosotros alrededor de ellos, no lo sé, no sé si la pirámide se mueve y se aleja de nosotros o somos nosotros quienes nos alejamos de ella.

El cosquilleo, los pensamientos, la felicidad y la alegría permanecen en mi, a pesar de que veo que te alejas después de un adiós acompañado de silencio, pues no supe que más decir, no supe pedir que no te fueras, pues sabía que tenías que hacerlo, solo te agradecí el presente que me diste así como las horas que me regalaste, no sin antes dibujar en la ventana de tu coche un mensaje, una cosa muy mía pero que quería y quiero que sepas, quise romper ese límite auto-impuesto y ahora puedo decir, que sabes una cosa más de mi, una cosa de mi que te implica, un sentimiento que guardo y que es en verdad especial, un sentimiento que hoy expreso con las dos palabras que significaron aquellas letras escritas por mi en la ventana de tu auto, hoy lo resumo, más no lo explico ni defino, hoy solamente puedo y quiero decirte:

Te Quiero ...

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