Ese día no sólo me quedé con el olor de tus besos impregnado en mi, recordándote todo el día, ese día también me acompañó el olor de tu cuerpo, tu olor a mujer y el recuerdo de esa tarde a tu lado, de tus besos y esa sensación que en un momento sentimos los dos al llegar a un clímax que ninguno pudo evitar, pero que tampoco ni tu ni yo quisimos evitar.
Esa imagen de ti que tan pronto se grabó en mi mente, ese olor que hoy huelo en mi ropa y mi cama todo el tiempo, esa sonrisa tan encantadora que me alegra todos los días, me acompañan a donde voy, todo el tiempo, mientras pienso en si estamos haciendo bien en disfrutar a pesar de las circunstancias.
El cariño es innegable, pero es suficiente para hacer y vivir lo que estamos disfrutando? Honestamente prefiero no pensar y sólo vivir y disfrutar, vivirte y disfrutarte cada día al máximo posible, sin planear nada, dejándonos llevar por el momento, como lo hicimos esa tarde.
Hoy sólo recuerdo ese momento y todos los otros a tu lado, pocos o muchos, uno, dos o tres, los que sean, pero prefiero soñar con que vendrán más que cuatro, cinco o seis ....
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